6 RAZONES POR LAS QUE TE SIENTES VACÍO Y DESMOTIVADO

Eres humano, y como tal, pasarás por inevitables etapas de dificultad y crisis. Momentos así deberán sacar a relucir tu mayor capacidad de resiliencia porque, de lo contrario, te acabarás hundiendo en la más profunda depresión.

Por ello, y para salir de ahí, primero debes conocer la raíz del problema, así que hoy te traigo las 6 razones por las que te sientes vacío y desmotivado.

Yo he estado ahí y créeme, habla la experiencia.

 

1. Vives desconectado del presente y de ti mismo

El día a día, el móvil, el trabajo, los estudios, lo que haces, a dónde vas, tu familia y amigos… Vives en piloto automático e ignorando lo que pasa en tu interior, sumergido en tus pensamientos y arrastrado por una vorágine de información desordenada e inconexa.

A simple vista, puede parecer que la vida se abalanza continuamente sobre ti sin piedad alguna. Pero si lo piensas, todo lo que experimentas sucede a través de tu cuerpo, tus sentidos, tus pensamientos y tus emociones, por lo que en realidad la vida ocurre desde ti y no hacia ti.

Ahora, simplemente tómate un momento y… respira. Toma el control sobre ti mismo y tu percepción, déjate llevar por el instante actual… y disfruta.

Todo lo que tienes es aquí y ahora, estarás bien. Confía.

Consejos:

  • Tómate 10 minutos al día para no hacer NADA (pensar incluído)
  • Realiza al menos 5 respiraciones conscientes al día

“Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida”

Facundo Cabral

 

2. No aceptas la realidad tal y como es

¿Cómo te sientes realmente? MAL ¿cierto? Por eso prefieres seguir evitando tus emociones, buscando mil y una formas de distraerte o redirigir tu atención hacia tareas o temas sin importancia.

Pues te traigo malas noticias: No puedes huir de la realidad. Las cosas son como son.

¿Te sientes mal? Lo entiendo, pero la única manera de solucionarlo es mirándolo de frente. Afróntalo con ojos compasivos y da espacio a esos sentimientos para que se expresen y disuelvan lentamente.

Una vez aceptes lo que hay en ti, podrás aceptar lo que hay fuera, y cuando reconozcas lo que está en tu mano y lo que no, podrás vivir en paz.


Consejos:

  • Ante cada situación que te genere malestar, pregúntate: ¿Puedo hacer algo al respecto?

Si la respuesta es afirmativa, toma acción.

Si la respuesta es negativa, simplemente despreocúpate y céntrate en lo que sí puedes controlar.

“El único camino hacia la felicidad es dejar de preocuparse por lo que escapa a nuestra capacidad”

Epicteto

 

3. Culpas al exterior sobre tu situación actual

“Abandoné mi sueño porque mi familia no me apoya”. “Si no me hubieran hecho daño no estaría así”. “Mi profesor me tiene manía”. “El jefe no para de ponerme trabajo”. “¡Hasta el tiempo hoy está en mi contra!”...

El mundo entero conspira contra ti para que no consigas lo que quieres. Aaayyy… si tan solo las cosas fueran distintas…

ERROR. Estás dando poder a personas, cosas y circunstancias que están fuera de tu alcance.

Lo único sobre lo que tienes control genuino es tu Atención, tu Voluntad y tus Acciones.

Hasta que no te hagas responsable de ello, serás una hoja en el viento que se zarandea de un lugar a otro, esperando que los dioses sean clementes contigo para que las cosas mejoren..

Así que asumámoslo, nada ni nadie va a venir a salvarte, así que te toca a ti coger las riendas de tu destino y cambiar tu situación.

Consejos:

  • Hazte 100% responsable de tu vida.
  • Concéntrate solo en lo que puedes influir.

“Sé tolerante con los demás y estricto contigo mismo”

Marco Aurelio


4. No tienes un propósito definido y apasionante

¿Sabes acaso lo que quieres? ¿Te has parado siquiera a pensarlo? Y no hablo de cosas como la felicidad, la paz interior o que tu familia tenga una buena vida. TODOS QUEREMOS ESO.

Deberás ser más concreto si quieres encontrar algo por lo que merezca la pena vivir. Algo que disfrutes, te haga mejor cada día y, ¿por qué no? te dé bien de comer.

IMAGEN

Ahora coge un papel y boli y anota todo lo que se te venga a la cabeza:

  • ¿Qué me gusta?
  • ¿En qué soy bueno?
  • Si tuviera que hacer algo por el resto de mi vida, ¿qué sería?
  • ¿Qué seguiría haciendo aunque no recibiera dinero a cambio?
  • ¿Qué es lo que el mundo necesita?
  • ¿Cómo podría yo dárselo?
  • ¿Cómo podría ganar dinero por ello?
  • ¿Cómo es la vida de mis sueños?

Sé muy específico con tus respuestas. Y recuerda, si no se te eriza la piel de emoción mientras escribes o incluso sientes vértigo al leer, no estás haciéndolo correctamente.

Consejos:

  • Sueña en grande, no importa si crees que puedes conseguirlo o no.
  • Sé claro respecto a tus metas, divídelas en subobjetivos y traza un plan

“Apunta a la luna y si fallas, al menos estarás entre las estrellas”

Norman Vincent Peale


5. Dependes de cómo te sientes para tomar acción

Sabes lo que tienes que hacer. Por mucho que te engañes a ti mismo con cosas como “estoy perdido”, “no sé por dónde empezar”, “necesito a alguien que me ayude”...; conoces perfectamente al menos una acción que podrías estar llevando a cabo ahora mismo para mejorar tu vida.

Sin embargo, no lo haces, ¿por qué?

La respuesta es sencilla. Antepones tu estado anímico a las obligaciones que debes cumplir.

“Uff, estoy muy cansado”. “Luego lo haré”. “Me merezco desconectar”...

Eso es MIERDA.

Tienes un deber como ser humano. Tus padres te dieron la vida. Tus ancestros lucharon y murieron para que su linaje perdurara a lo largo de los siglos. Hasta este mundo te da cobijo, alimento y todo lo que necesitas para sobrevivir.

Y tú, ¿qué das a cambio? Eliges seguir vivo cada día, y a pesar de ello, no sientes el más mínimo agradecimiento como para salir cada día y trabajar por tus metas.

Puedes pensar que no le debes nada a nadie, pero te equivocas. Como mínimo, te debes algo a ti mismo, y es por eso que te sientes mal.

Aprende a actuar a pesar de tus emociones, domínate y conquista cada día como si fuera el último, ya que podría serlo. De lo contrario, vivirás y morirás como si nunca hubieras pasado por esta tierra. Sin pena ni gloria.

¿De verdad quieres eso? MUÉVETE.

Consejos:

  • Aprende cómo funciona tu mente, conócete y rompe tus límites.
  • Aplica técnicas de productividad y gestión emocional.
  • Actúa AHORA.

Empieza haciendo lo necesario. Luego, lo posible. Y muy pronto te verás haciendo lo imposible

“El camino del éxito es tomar acción masiva y determinada”

Tony Robbins

6. No tienes hábitos saludables ni consistentes

¿Cómo vas a sentirte bien, si no respetas las propias normas naturales del ser humano?

Esto es muy simple. A = B

Te acuestas tarde = Te levantas cansado

Comes cualquier cosa = Te sientes apagado

No tienes horarios = Estás desregulado

No te ejercitas lo suficiente = Te encuentras débil y enfermizo

Deslizas en redes sociales = Pierdes tiempo y capacidad de atención

No te relaciones = Te sientes cada vez más aislado y perdido

Somos animales, y como tal, estamos diseñados para adherirnos a hábitos. Esto tiene una buena y mala consecuencia.

La buena, nos ahorra energía en la toma de decisiones al sumergirnos en una corriente automática de acción, pensamiento o emoción.

La mala, podemos caer en espirales destructivas en vez de constructivas si no prestamos atención, al realizar acciones inadecuadas una y otra vez.

Dicho esto, ya lo sabes: come bien, duerme bien, relaciónate, reduce el uso de redes sociales, ejercítate a diario, sal a la naturaleza y trabaja en algo de valor.

Tu cuerpo y mente te lo agradecerán, y más pronto que tarde verás su recompensa.

Consejos:

  • Crea un horario adaptado a tus metas y necesidades.
  • Lleva una agenda, diario y calendario para controlar que cumples cada día.
  • Sé flexible y consistente, un hábito se crea en 30 días.

“Somos lo que hacemos cada día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”

Aristóteles

Regresar al blog